¡Alabado sea Jesucristo!
EL DEMONIO
AL ACECHO
DEL MESÍAS
Antonio
Garelli
De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de proclamar El Evangelio.
“Corona de
los ancianos, son los hijos de los hijos. . .”
Proverbios 17, 6.
Dios me ha dado ya mi corona, sin ser anciano aún;
por ello, este libro es para Mi Nieto
CARLITOS
primicia de mi longevidad.
Ni
me alegro del tiempo pasado; ni me regocijo del que no ha llegado.
Tampoco
es que ya esté o me sienta viejo y acabado;
es,
simplemente, que ya soy abuelo y mi vida ha cambiado.
¡Alabado sea Jesucristo!
Ciudad de
México, Octubre 25 del 2017
INTRODUCCIÓN
Muy pocas ocasiones nos ponemos a pensar
en la vida de Dios Hecho Hombre, seguido muy de cerca por Satanás el Diablo; y
sin embargo, éste se hizo presente en toda su existencia humana: antes, durante
y después de su Encarnación. El análisis
de las Escrituras, especialmente de los Evangelios, da prueba de ello de manera
evidente. Y es que no pudo haber sido de
otra forma, finalmente el Demonio sabía que la presencia del Verbo Encarnado
entre los hombres, era el fin del reinado del pecado sobre la Tierra , porque a partir de
su concepción, nacimiento, obra, muerte y resurrección, la humanidad contaría
ya con el Redentor, “El Cordero de Dios
que quita el pecado del mundo”.
Me acuerdo en los años de mi
adolescencia cuando leía los libros del Antiguo Testamento y me encontraba con
citas referentes al Demonio; realmente me extrañaba que tan siniestro personaje
fuera tomado en cuenta de manera tan propia y significativa. Pondré dos ejemplos, solo para manifestarles
el por qué de mis extrañezas: Job y Ezequiel.
“El día en que los Hijos de Dios venían a
presentarse ante Yahveh, vino entre ellos el Satán. Yahveh dijo al Satán: “¿De dónde vienes?” El
Satán respondió a Yahveh “De recorrer la tierra y pasearme por ella” Y Yahveh dijo
al Satán: “¿No te has fijado en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la
tierra; es un hombre cabal, recto, que teme a Dios y se aparta del mal!” Respondió el Satán a Yahveh: “¿Es que Job
teme a Dios de balde? ¿No has levantado tú una valla en tono a él, a su casa y
a todas sus posesiones? Has bendecido la
obra de sus manos y sus rebaños hormiguean por el país. Pero extiende tu mano y toca todos sus
bienes; ¡verás si no te maldice a la cara!”
Dijo Yahveh al Satán: “Ahí tienes todos sus bienes en tus manos. Cuida
solo de no poner tu mano en él.” Y el Satán salió de la presencia de
Yahveh.”
Job 1, 6 – 12
Hasta el día de hoy, me cuesta trabajo
entender el atrevimiento del autor del libro de Job: ¡Un diálogo entre Yahveh y
Satanás; en el cielo, con el mismísimo
Dios en presencia! Analizar este pequeño
pasaje sería muy interesante, pero no es el tema que nos ocupa; será en otra
ocasión, hoy solo está puesto para señalar mis sorpresas juveniles en cuanto al
‘contacto’ que existía entre Dios y Satán.
El otro pasaje es verdaderamente
significativo, pues contiene entre líneas una gran enseñanza que por lo general
pasamos por alto: en algún momento de su existencia, el ángel que se convirtió
en Lucifer, tuvo preferencias, encargos muy exclusivos de parte de Dios. Yo podría decir que era “el ángel entre los
ángeles”, pues Dios le confió a su cuidado la obra maestra de la Creación : el hombre.
“. . . Eras el sello de una obra maestra, lleno de
sabiduría, acabado en belleza. En Edén
estabas, en el jardín de Dios. Toda
suerte de piedras preciosas formaban tu manto: rubí, topacio, diamante,
crisólito, ónice, jaspe, zafiro, malaquita, esmeralda; en oro estaban labrados
tus aretes y pinjantes que llevabas, aderezados desde el día de tu creación.
Querubín protector de alas desplegadas te había
hecho yo; estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de
fuego. Fuiste perfecto en tu conducta
desde que fuiste creado, hasta el día en que se halló en ti la iniquidad. . .”
Ezequiel 28, 11
– 15
De este personaje es del que voy a tratar
en este pequeño libro, del Diablo; voy a darle seguimiento a su presencia
durante toda la vida de Jesús de Nazaret.
Cómo se esforzó directamente (o a través de otras personas, animales,
cosas o situaciones), en hacer caer a Jesús, en impedirle su camino hacia la Redención , en
obstaculizarle su meta final: ser El Cristo, El Salvador.
Para ello tomaré los eventos más
importantes de la vida del Señor, así como los sucesos anteriores y posteriores
(inmediatos al hecho señalado), en donde abierta o veladamente se presenta
Satanás tratando de impedir la labor de Jesucristo en pos del Bien, de la Verdad y de la Salvación.
Con estas setenta y siete reflexiones
tengo la intención de proporcionar (a todos los cristianos interesados en
librar la batalla contra el mal, la mentira y el pecado), un método de
identificación del accionar del Demonio, llegando a conocer la ‘forma de
actuar’ de los enemigos del Señor.
Orar
sirve, oremos por nuestros Pueblos.
De
todos ustedes afectísimo en Cristo
Antonio
Garelli
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Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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