¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Abril 19 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
8 de 35
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre; . . .”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
7.- “PARÁBOLA DEL
TESORO ESCONDIDO”
(Mt 13, 44)
“El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro
escondido en un campo; un hombre, habiéndolo descubierto, lo volvió a esconder,
y en su gozo fue y vendió todo lo que tenía, y compró aquel campo.”
ACTOS
DE PREPARACIÓN:
Ante lo sucinto de la explicación,
voy a hacer uso de ese caudal maravilloso que es la Fe ,
Don Divino que me permite profundizar en los misterios del Evangelio.
Que
cuanto haya de Esperanza en tus
mandatos Señor, yo los recoja para beneficio de mi alma; para fortaleza de mi
espíritu y para acercamiento sincero y entregado a Ti.
Y que todo esto que hoy perciba, sea
alimento precioso para aumentar de manera significativa el uso de la Caridad ,
medio infalible de unión entre Tu Divina Persona, mis hermanos y yo.
PETICIÓN:
Permíteme Señor abrir mi corazón
ante tus misteriosos designios, para entender en mi vida, el significado de tus
palabras.
EL TIEMPO Y EL LUGAR:
San Mateo, único Evangelista que
redacta esta concretísima parábola, la ubica junto con todas las demás que ha
dicho el Señor en su predicación en Cafarnaúm.
Debemos entender con esto, que se refiere al mismo momento de la
predicación de Jesucristo a aquella gran
cantidad de personas que se han reunido para escucharle y adherirse, si fuese
posible, como uno más de sus seguidores.
Muchas horas debió permanecer el Divino Maestro hablándole a la gente;
tratando de explicarles, a modo de que ellos entendieran, la importancia del
Reino de los Cielos.
LOS
PERSONAJES Y ELEMENTOS:
El
tesoro escondido es la ‘Fe y la
Gracia que vienen del Evangelio’, como dice San Benedicto
XV. Este tesoro, cuando lo cogemos como
nuestro, hace posible nuestra transformación en Jesucristo; y entonces, como
han hecho Mártires, Santos y Doctores de la Iglesia , ‘vendemos todo’ (cambiamos lo que
poseemos por este tesoro) y nos dedicamos a su custodia, a su vigilancia.
El
campo es la Palabra
de Dios, en donde se encuentra el tesoro que es la Fe. Y
es también la Iglesia ,
protectora y proclamadora de la
Palabra de Dios.
El
hombre que encontró el tesoro, somos cada uno de nosotros, los que movidos por
el descubrimiento, cambiamos nuestra vida anterior por una dedicada al cuidado
de la Fe.
MEDITACIÓN:
¡Es
muy claro el mensaje: dejar todo lo que tengo para cambiarlo por este
inestimable tesoro que he encontrado, La Buena
Nueva , La
Palabra de Dios! En
apenas una treintena de palabras, Cristo ejemplifica con admirable maestría lo
que debe hacerse al momento de encontrar la Sabiduría eterna del
Evangelio. Hay que cambiar todo lo
anterior por esto nuevo; hay que vender
posesiones, rematar bienes, saldar cuentas, para lograr adquirir este campo en
el cual he encontrado algo infinitamente más valioso que lo que antes tenía.
Pero
a veces no quiero entender. Me resisto
al cambio. Me amedrento ante las
expectativas por mi propia inseguridad.
Y es que me faltan Fe y Esperanza. Me falta Fe en la entrega, en el
convencimiento, en la aceptación de lo que, con diáfana luz, Dios me manifiesta
que es mejor. Me falta Esperanza delante
de la evidencia para ponerme en las manos del Señor. No me entrego a Él; quiero ‘seguir siendo amo
de mi mismo’, plenamente libre y voluntarioso.
Me falta confianza para el cambio.
Pero no es que no lo sepa o no lo conozca, es que soy incierto y
desconfiado. Quiero las ‘seguridades
humanas’ en lugar de las virtudes celestiales. No confío plenamente en el
Señor.
Y
en cambio, allí está el tesoro; yo sé que existe (y mejor aún, que lo puedo
poseer) y no me animo del todo para tenerlo.
Me detienen cosas, situaciones e ideas; solo entes pasajeros que hoy son
y mañana no serán. Y estoy perdiendo mis
‘oportunidades’ verdaderamente valiosas, ante ‘seguridades’ terriblemente
pasajeras.
No
dejo actuar a la
Providencia en mi vida; le cierro las puertas, le derivo los
caminos, le oculto mi persona.
Providencialmente yo soy ‘el hombre que ha encontrado el tesoro’ y en
afán de mis inseguridades, o mejor dicho, de mis vanas seguridades humanas,
estoy ‘cambiando mi suerte’ de ser el poseedor del mismo y de lo que ello
significa. Y Cristo es contundente en el
accionar. . . “vendió todo lo que tenía y compró aquel campo.”
¡Hoy
será diferente, Señor, hoy haré el cambio!
Voy a dejarlo todo, a cambiarlo todo por tu oferta. ¡Hoy quiero empezar a ser digno de ese tesoro
y ese campo; quiero empezar a ser digno de Ti, Señor!
FRUTO:
VOY A ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS
TANGIBLES Y ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A FIN DE SER UNA PERSONA
CONGRUENTE ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO Y LO QUE DEBO HACER
COMO UN DIGNO SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN
A MARÍA:
Virgen Santísima, ayúdame a
encontrar la fortaleza de espíritu para hacer el cambio que tu Hijo me
pide. Tú sabes cómo; Tú sí pudiste decir
“. . . hágase en mí, según tu palabra.” Enséñame cómo debo hacerle yo.
Por
Jesucristo nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO
– AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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