¡Alabado sea
Jesucristo!
Ciudad de México,
Abril 12 del 2017
M E D I T A N D O L
A S
P A R Á B O L A S D
E
J E S Ú S D E N A Z A R E T
7 de 35
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
PADRENUESTRO
“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea
tu nombre; . . .”
AVEMARÍA
“Dios te salve, María, llena eres de Gracia.
. .”
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
“Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus
fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Tu Espíritu Creador. Y renueva la faz
de la tierra. Oh Dios, que has iluminado
los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus
inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.”
6.- “PARÁBOLA DE
LA LEVADURA”
(Mt 13, 33; Lc 13,
20 – 21)
“Dijo
todavía: “¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?” Es semejante a la levadura que una mujer tomó
y escondió en tres medidas de harina y, finalmente todo fermentó.”
ACTOS DE PREPARACIÓN:
Heme
aquí Señor, una vez más ante tus sabios designios, ante tus mandatos; para que
haciendo uso de ese maravilloso regalo tuyo, la virtud de la Fe, crea fehacientemente en cuanto me
dices y sea con ello seguridad de propagación.
Bien lo sé, Señor, ya no tienes manos, pero están las
mías; ya no tienes pies, pero están los que tengo yo; ya no tienes ni oídos, ni
boca, ni ojos, pero están los que Tú me diste; úsalos, que nada mejor harán que
ser empleados para despertar y motivar
la Esperanza que has sembrado en
nosotros desde el día de nuestro Bautismo.
Hazme consciente Señor, de que cuanto yo haga y piense, siempre
busque y encuentre la Caridad, ése
vínculo de perfecta unión contigo; pero que sea de Amor en obras con mis
hermanos primero, para después poder subir a Tí.
PETICIÓN:
Señor
mío Jesucristo, te pido de todo corazón me toques con tu palabra para ser
fermento de tu amor entre todos los que yo amo; especialmente mi familia, mis
amigos y mis compañeros de trabajo.
EL TIEMPO Y EL LUGAR:
El Divino Maestro sigue enseñando a la multitud con la
mashal (muy propia de los sabios y
eruditos Israelitas y Judíos, que instruían al pueblo por medio de ‘ejemplos’ o
‘símbolos’ adecuados a su enseñanza –así hicieron Samuel (con sus
advertencias), David (con sus Salmos) y Salomón (con sus Proverbios), por
ejemplo), y ahora así lo hace Jesús. La
gente no se ha movido del lugar. Será en
una de estas ocasiones (después de un larguísimo discurso del Señor), cuando se
realice la primera Multiplicación de los Panes.
Todos
están absortos y no quieren perder detalle de las palabras de Jesús. Cuán importante es oírle; y qué gran valor ha
tenido para nosotros esta forma de predicación de Cristo. Hoy las meditamos con toda la valía que
tienen: literatura, sociología y costumbres, significado y trascendencia
teológica. Todos los Doctores del
Magisterio de la Iglesia han comentado, explicado y meditado las Parábolas del
Salvador. Si hoy nos extasiamos con su
consideración, imaginemos cómo cautivó a las primeras personas que las oyeron.
LOS PERSONAJES Y ELEMENTOS:
Esta parábola encierra
un número importante de elementos activos, con una gran
significación. La levadura, la mujer,
las tres medidas, la masa de harina, el hecho de ‘esconder’ y, finalmente, el
fermento. Ya que todos tienen un
significado diferente para San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín o Santo
Tomás, también para nosotros tendrá una aplicación distinta; la vamos a tomar
para la primera persona del singular, o sea, Yo (no el que escribe, sino cada
uno de los que leen); en donde siempre seré la mujer, no la levadura, ni las
medidas, ni la masa, ni el fermento.
Haré que la ‘levadura’ represente La Palabra de Dios; las tres medidas,
la cantidad que Yo mismo uso de ella; y la masa, los círculos de mi vida: familiar,
profesional y de trabajo, amistades,
ambientes sociales, etc.
El fermento es el resultado alcanzado en forma de la
Gracia Divina, que he podido lograr con mis semejantes, con mi prójimo, con mis
‘más próximos’.
MEDITACIÓN:
En otras ocasiones ya te he oído decirme que debo ser
‘luz del mundo y sal de la tierra’. Y
entiendo con ello que cuantos me vean pueda dirigir su camino hacia Ti; que en
medio de cuantos yo pueda estar, prueben la sazón de tu alimento, que es Tu
Palabra. Y ahora me pides que use Tu
Evangelio como ‘levadura’ en esta harina que es el ambiente en el que me
desenvuelvo en mi propio estado de vida.
Y que la use en ‘tres medidas’, como dejando muy claro que no sea poco,
que sea basto; que no sea de vez en cuando, que sea siempre.
¡Qué claro hablas, Señor! Yo debo ser como ‘la mujer’ que no tan solo
agrega un ingrediente a la mezcla, sino que lo integra, lo distribuye
ampliamente, ‘lo esconde’ para que sea parte del todo, para que una vez que
esté mezclado pueda actuar con toda la masa y no solo con una parte de ella. Que fermente, que multiplique, que incida en
el todo y no solo en una parte. ¡Qué
claro me queda! Tus palabras deben
llegar a tocar todas las partes que son mi vida, pero no tan solo en mi persona
sino con todos los que convivo, en cualesquiera de mis ámbitos de acción, en la
totalidad de mis ambientes.
Bien sé yo, Señor, que Tu Palabra transforma; que nada
ni nadie que sea tocado por ella queda igual que antes; que necesariamente se
sufre una modificación. Así me ha sucedido a mí; desde el día en que alguien
actuando como ‘la mujer’, puso en mi ser la ‘levadura’ de Tu Evangelio y no he
parado de cambiar para mejorar, para ser digno de llamarme cristiano, para ser
presencia viva de Tu Amor. Y qué bien se
siente cuando uno se sabe contigo.
“. . . y finalmente todo fermentó.” Esto lo debo tener
muy presente, porque solo podrá ser así si yo me ocupo de tomar ‘la levadura’
para las medidas preparadas para
cocción, de asegurarme de su impregnación en toda la masa, de hacer posible que
la acción de la levadura se dé, que el fermento suceda.
Y la palabra de Cristo la tengo a mi alcance para
propagarla, la debo hacer ‘modus vivendi’ en toda mi existencia debo llevar a
los más que yo pueda. Mi cónyuge, mis
padres, mis hermanos mis hijos, todos en el círculo familiar deben ser
‘fermentados’ por Tu Palabra, Señor.
Amor de esponsales, con ‘levadura’, para que fermente la entrega a
Cristo. Amor paternal con ‘levadura’,
para que impregne la obediencia a Cristo.
Amor fraternal con ‘levadura’, para que se multiplique la disponibilidad
a Cristo. Amor filial con ‘levadura’
para que crezca la vocación a Cristo.
Esa es mi labor en el círculo de la familia, ‘esconder levadura’ de
verdad y amor, para creer y querer a Cristo.
En mi trabajo ‘levadura’ de conciencia, de justicia y
de lucha, para ganar para Cristo a propios y extraños; a superiores y
subordinados; a incrédulos y creyentes; remarcándoles el valor de poseer a
Cristo.
Y con
los amigos, ‘levadura’ de testimonio en el actuar, para hacerlos exclamar:
“Señor mío, Dios mío.” Para que igual que aquél Santo incrédulo de Tomás,
“Crean y no sigan dudando.” Y que con la
manifestación de acciones de caridad cristiana que surjan de mi modo de vida,
todos quieran estar cerca de Jesús, todos quieran poseer a Cristo y hacerlo
modelo de vida personal.
FRUTO:
VOY A
ESCRIBIR DOS PROPÓSITOS TANGIBLES Y ALCANZABLES QUE DEBERÁN CAMBIAR MI VIDA, A
FIN DE SER UNA PERSONA CONGRUENTE ENTRE LO QUE ACABO DE APRENDER DE JESUCRISTO
Y LO QUE DEBO HACER COMO UN DIGNO SEGUIDOR DEL SEÑOR.
1
2
ORACIÓN A MARÍA:
Virgen
Santísima, Tú que fuiste la ‘levadura’ de los primeros Cristianos en medio de
los Apóstoles y Discípulos del Señor, ábreme el corazón y la inteligencia a fin
de que pueda manifestar a mis hermanos la forma suave y delicada de pensar el bien, hablar la verdad, actuar el
amor y nunca dejar pasar las oportunidades de ejecutar los Divinos Mandatos de
Tu Hijo muy amado, hermano y Señor nuestro.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO – AVEMARÍA
En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo + Amén.
V V V
Afectísimo en
Cristo de todos ustedes,
Antonio Garelli
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De Milagros y
Diosidencias. Solo por el gusto de
proclamar El Evangelio.
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